Este ámbito, al igual que la localidad de Tortosa en su conjunto, se encuentra claramente afectado por la inundabilidad del río Ebro. El Plan Parcial original no atendía a esta circunstancia, a día de hoy básica, para la ordenación interior, lo que, unido a la exigencia de eliminar la división poligonal inicialmente aprobada, ha motivado la presente modificación. Esta circunstancia ha sido una oportunidad para plantear un modelo de ciudad más sostenible, con espacios de mayor calidad, concentrando la zona verde en un gran espacio central que vertebra el ámbito y continua la trama urbana. Asimismo, esta área servirá de punto de drenaje y recogida de posibles avenidas. La volumetría residencial se ha modificado igualmente liberando las plantas bajas de cualquier espacio cerrado, incorporando estas áreas a los espacios libres públicos o privados de la urbanización, y cumpliendo así la previsión constructiva por posibles avenidas. Todas las viviendas se dispondrán, por tanto, a partir de la planta primera, superando los calados estimados en un periodo de retorno de 500 años. Además, todas ellas serán de doble orientación, y la altura responderá a una ordenación donde los volúmenes próximos a la zona verde son de tres alturas y en los cercanos a la trama urbana consolidada aumentan hasta su equiparación.
